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Apix Films

Dramas pandémicos en el Festival de Cine Sundance 2021


Escena de la película 'In the same breath' de la documentalista Nanfu Wang.


Nueva York., Peter Nicks había documentado durante meses a los estudiantes de la escuela secundaria Oakland en California cuando la pandemia azotó al estado.


“Está en (el área de) la Bahía”, dice un estudiante sobre el virus mientras él y otros en su salón se emocionan ante la posibilidad de que no haya clases.


Pronto, la voz del director de la escuela anuncia por los altavoces algo que señalaría no sólo la cancelación del baile y la ceremonia de graduación, sino potencialmente la película de Nicks. Tras retratar a otras instituciones de Oakland, Nicks se disponía a documentar un año en la vida de los adolescentes multiculturales de la ciudad. “Algo como The breakfast club (El club de los cinco) con chicos de color”, mencionó.


¿Pero cómo hacer un documental íntimo y contemplativo sobre la vida escolar cuando los pasillos están de pronto vacíos, el musical de la escuela ha sido cancelado y tu tercer acto se torna virtual?


“La primera orden del día era simplemente capturar el momento”, indicó Nicks, hablando por Zoom desde Oakland. “Poco después de eso, fue: ¿Qué vamos a hacer? ¿Cómo vamos a poder terminar esta película?”


Nicks finalmente terminó su documental, Homeroom, uno de los 74 largometrajes que se estrenarán en el Festival de Cine de Sundance. La pandemia ha transformado el acto anual en Park City, Utah, en un suceso ampliamente virtual, pero también ha dado nueva forma a las películas en su programa.


Ningún festival representa como Sundance el renacimiento anual del cine. Pero dadas las restricciones para reunirse desde marzo, ¿cómo pudieron los cineastas hacer sus películas, editarlas y enviarlas a Sundance?


La mayoría de las cintas que se exhiben este año se rodaron antes de la llegada del Covid-19, y muchas fueron editadas en cuaretena. Pero muchos realizadores lograron la tarea aparentemente imposible de hacer una película en 2020.


Un puñado de largometrajes prominentes hechos durante la pandemia se han estrenado recientemente en plataformas de transmisión, como la comedia de robo Locked down y el romance Malcolm & Marie. Pero Sundance ofrecerá la mirada más amplia hasta el momento a la producción de cine bajo la crisis sanitaria. Aun en el mundo del cine independiente, que predica un espíritu de que sí se puede, los resultados –que incluyen Homeroom, How it ends e In the same breath –resultan impactantes debido a su ingenio.


Con la escuela cerrada, Peter Nicks revisó su material y se dio cuenta de que tenía un rico hilo conductor.


Los estudiantes, en respuesta a una historia de brutalidad policial, habían presionado para que sacaran a la policía del campus de su escuela. Nicks decidió continuar la producción, apoyándose en una mezcla de imágenes de celulares de los propios estudiantes y oportunidades más selectivas de rodaje. Homeroom se transformó en un relato sobre el paso a la adultez alterado por el activismo y las protestas por George Floyd, reflejando un despertar más grande.


“Empezamos a reconocer que teníamos una narrativa poderosa que comenzó desde el principio, simplemente no nos habíamos dado cuenta”, señaló Nicks. “Ésa es una de las razones por la que amo los documentales: cómo y por qué las cosas se revelan. Sólo tienes que estar abierto a hacer esos ajustes y verlos”.


Los guionistas y directores Zoe Lister-Jones y Daryl Wein, que están casados, también trataron de adaptarse a la nueva normalidad de la pandemia en Los Ángeles.


“Ese ajuste nos trajo tantas emociones intensas”, dice Lister-Jones, actriz y directora de The craft: legacy” (Jóvenes y brujas: nueva hermandad) y Band aid. “Mucho miedo y vulnerabilidad y mucha incertidumbre no sólo sobre el mundo sino sobre nuestro futuro como cineastas”.


Naturaleza experimental

Inspirados en sus propias ansiedades y sesiones de terapia, comenzaron a delinear una película sobre una mujer (Lister-Jones) que camina por una desolada Los Ángeles con su recién visible yo más joven (Cailee Spaeny), en la víspera de un inminente asteroide apocalíptico. La cinta no es sobre la pandemia, pero es claramente un producto del tipo de reacciones que produjo.


“Fue en cierto modo de naturaleza experimental porque el mundo estaba en un momento experimental”, mencionó Lister-Jones.


Reclutaron a amigos actores como Olivia Wilde, Fred Armisen, Helen Hunt y Nick Kroll para cameos, y rodaron escenas mayormente en patios, jardines traseros y umbrales de casas.


“Algunos no estaban listos”, afirmó Wein. “Algunos estaban súper entusiasmados, como: ‘Sí, me muero por hacer algo’. Y algunos estaban como en el medio, un poco asustados: ‘Esto será lo primero que hago. Ni siquiera he salido de mi casa’”.


Dadas las fluctuaciones de ánimo de la vida diaria en pandemia, hacer una comedia se tornó difícil, no a nivel logístico sino emocional.


“Se requiere de una gran energía para producir un filme. Hacerlo cuando estábamos en un estado emocional tan crudo realmente me aterraba”, expresó Lister-Jones. “Muchos días cuando salíamos a rodar, me decía antes en silencio o en voz alta, ‘Yo puedo hacer esto’. Al final de cada día, era increíble ver las maneras en las que me nutrió”.


El programa de Sundance es menor al de los usuales 120 largometrajes, pero no por falta de solicitudes. Más de 3 mil 500 largometrajes fueron presentados. Algunos fueron hechos con un espíritu pandémico.


El director británico Ben Wheatley realizó In the earth, una cinta de terror que transcurre en la pandemia, durante el verano (boreal). Carlson Young filmó su thriller de fantasía y terror The blazing world con un equipo esquelético el pasado agosto en Texas, con el elenco haciendo cuarentena juntos en un destino vacacional para bodas. La mayoría de las películas que se rodaron en 2020 son cápsulas de tiempo, pero para Kevin Macdonald ése era el propósito explícito de Life in a day 2020. La cinta se realizó con 15 mil horas de videos de YouTube filmados en todo el mundo en un mismo día.


Nanfu Wang, la documentalista nacida en China y radicada en Nueva Jersey, cuyo documental galardonado en Sundance en 2019 One child nation analizaba el costo personal y colectivo de la política china de tener un solo hijo, no se percató de que estaba comenzando una película cuando lo hizo. Al principio, hacía capturas de pantalla y grababa posts que veía en redes sociales que salían de China en enero.


“Veía la información sobre el virus, sobre la pandemia siendo censurada en tiempo real”, manifestó Wang. “Veía algo y a los diez minutos era borrado. Eso me llevó a archivarlos”.


La pandemia requería un largometraje

Wang estaba en medio de varios proyectos. Al comienzo, trató de enviar lo que tenía a medios noticiosos. Entonces empezó a planificar un corto, pero pronto se dio cuenta de que el alcance de la pandemia requería de un largometraje. HBO se sumó a su proyecto. Y Wang comenzó a trabajar con 10 cinefotógrafos en China para capturar la creciente brecha entre la propaganda partidista y la realidad.


Pero más giros siguieron, por supuesto. La pandemia se propagó más allá de China y en Estados Unidos Wang vio una respuesta diferente pero comparable con la del otro régimen. Rápidamente organizó equipos de rodaje también en su país adoptivo y el alcance de In the same breath creció.


“La pandemia en EU me impactó aún más que la original que comenzó en China. Yo tenía esta idea de que Estados Unidos era una sociedad más avanzada y que cosas como ésa no debían pasar de la misma manera o peor. Eso cambió la película”, aseguró Wang. “Entre marzo y abril comencé a pensar: Ok, ¿ahora de qué se trata este filme?”


Por Ad.


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